Teresa de Jesús fue mística, pero también una fría mujer de negocios. Cada nuevo convento era para ella, además de una hazaña religiosa, una operación inmobiliaria no siempre pacífica.

¿Cómo pudo imponerse una mujer en un mundo masculino que se revelaba ante las ideas y las prácticas religiosas que se apartaban de la norma común? ¿Cómo era ese s. XVI que excluía a la mujer de todo lo que tenía que ver con asuntos espirituales? ¿Qué opciones había para una mujer? ¿Y para una monja? ¿Cómo consiguió salir airosa de las acusaciones y del escrutinio a la que se vio sometida por la Inquisición y por parte de la sociedad de la época?

 En forma de oratorio, Teresa se enfrenta a sus reflexiones, dudas, a las imposiciones de la época, al papel reservado para la mujer... poniendo en valor la mujer que llevaba dentro.

Nos interesa la mujer, la monja. En ningún caso la Santa, icono de mujer y de religiosa que ha sublimado la Iglesia Católica

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